martes, 7 de julio de 2015

Hasta qué punto?

Hoy me surgió una pregunta...
No se si les ha pasado alguna vez, que muchísimos pensamientos e ideas invaden a su mente al mismo tiempo que cuando estás tratando de formular una pregunta, cuando vas por la segunda mitad, ya se volvió un poco difusa la primera parte...

Bueno, por lo mismo decidí escribirlo, para que no se volviera una estrella fugaz en un universo de pensamientos.

¿A Dios le gusta el caos?

Estaba pensando que toda Su Creación fluye en perfecta armonía, todo el Universo está perfectamente ordenado y se organiza a sí mismo. Toda causa tiene un efecto.
¿Y qué ocurre con los humanos?
Nosotros rompemos el orden. Nuestro libre albedrío, nos permite decidir si cooperar con el flujo de cosas en el Universo y entregarle nuestra voluntad entera a Dios, o si decir yo no quiero cooperar, yo quiero hacer mis propias cosas, yo quiero trazar mi propio camino.

Antes pensaba que el Universo era Caos, pero ahora me doy cuenta que cada partícula del Universo desde lo más pequeño hasta lo más grande tiene una inteligencia propia, un orden que produce un magnífico desenvolvimiento de la vida misma. Una semilla que se convierte en una flor, una célula que se convierte en un bebé.

Pero que pasa, a partir de que nacemos, y vamos creciendo, nos vamos separando de ese orden y vamos tomando nuestras propias decisiones. Nos convertimos en un tipo de cáncer del cuerpo Universal.

Padre, tú nos diste el libre albedrío por algo. Para escoger amarte a Tí voluntariamente.
Pero con el libre albedrío, venía una mezcla de miles de opiniones y pensamientos diferentes, que produjo un caos a mi parecer. Y con ese caos, vino la separación.

Mi meta todos los días es lograr entregarte mi voluntad, quitarme las barreras imaginarias de separación y ser una contigo y con el Universo.

Pero hasta que punto quieres Tú que te entreguemos toda nuestra voluntad. Si nos la diste, en verdad la quieres toda de vuelta? Hasta que punto importa el caos, me refiero a destrucción de algunas cosas y reconstrucción de otras nuevas.

¿Qué es lo que más te hace feliz?

¿Que seamos uno, entregándote todas nuestras decisiones, nuestra voluntad, nuestros planes y nuestros deseos y que se haga conforme a tu Plan Divino? O que seamos uno, pero que en algún punto converjan nuestros planes, nuestros deseos y nuestras decisiones, para que cocreemos la realidad que más te guste?

¿Hasta qué punto quieres que renunciemos a nuestra voluntad y razonamiento,  Padre?

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